Los investigadores probaron bebés entre 6 y 12 meses de edad utilizando un títere con una manopla extraíble que contiene una campana. El experimentador estaba con el niño para que cogiera confianza para después retirar las manoplas y sacudirlas tres veces para demostrar su sonido y movimiento, acto seguido lo sustituye por una marioneta. Repitió el procedimiento varias veces. El estudio fue publicado en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.
En promedio, los bebés durmieron unos 106 minutos durante las siguientes cuatro horas. Pero 21 de los 40 bebés dormían 30 minutos o menos.
Al día siguiente, después de que todos los niños habían dormido profundamente durante la noche, los investigadores presentaron los materiales de nuevo para ver si el bebé podría recordar y tratar de reproducir el procedimiento de la manopla. Los bebés que habían tomado largas siestas después de la sesión de enseñanza fueron significativamente mejores en la reproducción del procedimiento que los que dormía menos de 30 minutos.
"Esto requiere de mayor estudio", dijo el autor principal, Sabine Seehagen, investigador postdoctoral en la Universidad Ruhr de Bochum en Alemania ", tal vez los bebés pierden un poco de información si no existe la siesta después de aprender. Ellos necesitan un descanso para trabajar con la información que tienen. Esto añade una razón más por qué es una buena idea leer o hacer otras actividades en torno a la lectura antes de dormir ".
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